anterior arriba atrasadelante (solo si previamente se ha ido atras)

1.3.4. Explícito y tácito

La idea de que las personas tienen un conocimiento tácito fue formulada por Polanyi, un médico húngaro convertido a la filosofía a los 55 años (Polanyi, 1958) [77]. El conocimiento tácito se puede definir como aquél que «toma parte en la producción de comportamientos y/o la constitución de estados mentales pero que no es normalmente accesible a la consciencia» (Barbiero, 2004) [1].

Recientemente, la idea ha sido recogida en la mayoría de los trabajos sobre «gestión del conocimiento» (Apartado 1.5): en una organización se distingue entre el conocimiento explícito, que puede capturarse y expresarse en fórmulas, documentos, plantillas, procedimientos, o cualquier otro medio de expresión, y el conocimiento tácito, que reside en las mentes de las personas y es inaccesible incluso a su consciencia, y que sólo se manifiesta por sus resultados. Wilson (2002) [109] pone en duda que tal conocimiento pueda «gestionarse» (en realidad, pone en duda todo el campo de la gestión del conocimiento). Pero tenga o no sentido en gestión del conocimiento, desde luego no lo tiene en la ingeniería del conocimiento, que es lo que aquí nos interesa: si el conocimiento no puede expresarse explícitamente es imposible construir con él una base de conocimiento. (Sin embargo, sí puede tener sentido en otros trabajos de inteligencia artificial: el «agente autista» con redes neuronales que mencionábamos en el Apartado 1.1 puede, mediante aprendizaje, adquirir un conocimiento que es de tipo tácito).

anterior arriba atrasadelante (sólo si previamente se ha ido atras)


algunos derechos reservados DIT-ETSIT-UPM
Portada