Por ejemplo:
P1: Con un buen diseño se obtiene una especificación correcta
P2: Una especificación correcta conduce a un buen programa, a menos que nuestro programador sea un zoquete
P3: Nuestro programador no es un zoquete
Dadas estas tres premisas, ¿se puede demostrar esta conclusión?:
C: Con un buen diseño se obtiene un buen programa
Formalicemos el razonamiento mediante las variales proposicionales p, q, r y s tales que:
I(p) = buen diseño
I(q) = especificación correcta
I(r) = el programador es un zoquete
I(s) = buen programa
Las sentencias que representan a la conceptuación son:
P1: p q
P2: q (¬s r)
P3: ¬s
C: p r
La premisa P2 también se podría haber formalizado con la sentencia (q ¬s) r, que es equivalente a la que hemos tomado.
Teniendo presentes tanto las tres premisas como las reglas de inferencia de la página anterior observamos que entre P1 y P2 podemos aplicar la regla de encadenamiento, llegando a una conclusión intermedia:
C1: p (¬s r)
Y si sólo tenemos aquellas reglas no podemos inferir nada más. Ahora bien, recordemos que a partir las equivalencias dan lugar también a reglas de inferencia, y que una de ellas era:
P: ( )
C: ( )
Aplicándola a C1 resulta:
C1: p (¬s r)
C2: ¬s (p r)
Aplicando finalmente modus ponens entre P3 y C2 se llega a la conclusión buscada:
P3: ¬(s)
C2: ¬s (p r)
C: p r