Un programa Prolog no es más que una sucesión de cláusulas escritas en líneas sucesivas, es decir:
Como ya hemos indicado anteriormente al ilustrar con ejemplos algunos hechos, reglas y consultas, un convenio sintáctico es que cada uno de estos elementos debe concluirse con un punto.
Los hechos y las reglas forman la base de conocimientos, que, normalmente, estará en un fichero y se cargará en la memoria. Cuando el usuario, con estos hechos y reglas ya en la memoria, escriba la consulta, se ejecutará el procesador, que buscará la(s) respuesta(s).
En principio, Prolog es un lenguaje declarativo. Esto quiere decir que los hechos y las reglas deberían poder declararse en cualquier orden. En realidad no es exactamente así, debido a la estrategia de búsqueda implementada en el procesador, como veremos en el Apartado A.3.3.